Viaja ligero. Vive ligero. No te cargues con propiedades, no firmes contratos con tu sangre, no llenes tus armarios de ropa que nunca te pondrás, no abarrotes tu frigorífico con comida para las siguientes semanas. Apaga todas las luces de tu casa cuando salgas y déjalo todo recogido. No dejes cosas pendientes, por hacer o para mañana por si madrugas y Dios te ayuda,…y despídete siempre como si tus palabras fuesen a ser las últimas. Invierte en aquello que un naufragio no pueda arrebatarte. Llévalo todo encima, llévalo todo puesto: vístete con una sonrisa, abrígate con tus experiencias, acicálate con lo que has soñado, cálzate con todo lo que has visto y aprendido,… No guardes todo tu pasado en forma de fotos y recuerdos debajo del hueco de la escalera o en algún desván comido de polvo. No hipoteques tu vida a 10, 20 ó 30 años. No te ancles geográficamente. No te creas el “fijo indefinido”. No te ates a tus palabras, a tus promesas o a tus pactos eternos y fingidos parasiempre,… y aférrate fuerte a tu timón para no ceder ante los cantos de sirena de los planes de negocios que te puedan robar los próximos años de tu vida. Viaja ligero, vive ligero, y no lo hagas por ahorrar, por tener tu casa más colocada o por no tener decenas de figuritas en el mueble de la televisión a las que quitar el polvo. No lo hagas por no tener palabra, no lo hagas por no comprometerte, no lo hagas por llevarle la contraria al sistema. Ni siquiera dejes de hacerlo por enfado, ira o indiferencia. Viaja ligero tan solo por si un día, cuando menos te lo esperes, la vida pone frente a ti al Amor Verdadero. Para que no tengas que volver a recoger nada, para que no tengas que volver a cerrar nada, para que no tengas que volver a despedirte de nadie… y así puedas comenzar a vivir verdaderamente desde ese preciso momento caminando ya de la mano de esa persona rumbo a cualquier atardecer en el que empezar a escribir vuestra verdadera historia. Hazlo así para no perder el tiempo en trámites, cancelaciones, finiquitos o bajas. Hazlo así para no perder ni un segundo en mudanzas, traslados, reformas o empaquetados. Hazlo así por honrar lo que tienes delante, hazlo así para aprovechar cada uno de los segundos sagrados que el Amor pone en tu Vida, hazlo así para no tener que dejar de mirar a los ojos que tienes frente a ti, hazlo así para poder empezar a vivir justo en ese instante y para no tener que separarte ni un milímetro de quien tanto has deseado encontrar… porque todo lo demás será tiempo perdido. Guarda en cambio todo lo que has reído en tu corazón. Almacena todos tus gustos en tu sonrisa. Lleva todas tus ganas y entusiasmo en el brillo de tus ojos, y todo lo que te queda por hacer en la manera de mover tus manos, ¡llévate siempre encima! Ese, y no otro, debe ser tu equipaje. Los malos momentos mételos en el bolsillo roto de la parte de atrás de tu pantalón y salta todo lo que puedas… Te sentirás entonces orgulloso de haber vivido ligero porque no tendrás que volver a recoger nada, no tendrás que mirar atrás, no tendrás que cargar con el pasado, no tendrás que coger trenes de vuelta a ningún lugar, no tendrás que volver a casas que han dejado de ser tu hogar y ya no son más que un ladrillo sobre otro, no tendrás que sentir en el camino de regreso que te han arrancado el alma,… Pero sobretodo, te sentirás orgulloso de haber vivido ligero porque podrás empezar a disfrutar desde ese exacto momento, desde ese preciso y precioso momento, del Amor que se os ha regalado y podréis daros vuestro primer beso eterno y bajar, ya abrazados, calle abajo rumbo hacia un amanecer que os encuentre enroscados el uno al otro. Junto con Estany Loriente, y su preciosa voz, hemos hecho un vídeo con el texto de esta entrada, ¡espero que te guste! |